Introducción
Un plan de tesorería es un documento esencial para proyectar y controlar el flujo de efectivo de una empresa durante un período de tiempo determinado. Consta de dos componentes principales: la previsión de tesorería y el seguimiento efectivo. En este artículo, exploraremos la importancia de hacer un plan de tesorería, destacando las diferencias entre los ingresos y gastos, así como los flujos de tesorería operativos, de financiación e inversión.
¿Qué es un Plan de Tesorería?
Un plan de tesorería es una herramienta utilizada para proyectar el flujo de efectivo de una empresa a corto plazo. Está compuesto por dos partes fundamentales: la previsión de tesorería y el seguimiento efectivo. La previsión de tesorería implica proyectar los flujos de efectivo futuros considerando las entradas y salidas esperadas durante un período específico. El seguimiento efectivo, por otro lado, consiste en monitorear los flujos de efectivo reales en comparación con la previsión para identificar cualquier desviación y tomar medidas correctivas. Un plan de tesorería permite a los gerentes y contables tomar decisiones informadas y planificar el uso eficiente de los recursos financieros de la empresa.
Importancia de hacer un Plan de Tesorería
La elaboración de un plan de tesorería es crucial por varias razones:
- Anticipar las necesidades de efectivo: Un plan de tesorería permite a la empresa anticipar y planificar adecuadamente sus necesidades de efectivo. Esto asegura que los fondos estén disponibles en el momento adecuado para cubrir los gastos operativos y evitar problemas de liquidez.
- Identificar momentos críticos de liquidez: Al hacer un seguimiento efectivo del flujo de efectivo real en comparación con la previsión, se pueden identificar períodos de baja liquidez. Esto permite tomar medidas proactivas, como buscar fuentes adicionales de financiamiento o ajustar los pagos y cobros, para evitar problemas de flujo de efectivo.
- Tomar decisiones informadas: Un plan de tesorería proporciona información valiosa para la toma de decisiones sobre inversiones, pagos y préstamos. Al tener una visión clara de los flujos de efectivo esperados, la empresa puede tomar decisiones estratégicas que respalden su crecimiento y rentabilidad.
- Monitorizar y corregir desviaciones: El seguimiento efectivo del flujo de efectivo real permite detectar desviaciones en comparación con la previsión. Esto brinda la oportunidad de tomar medidas correctivas a tiempo, como ajustar los gastos, acelerar los cobros o renegociar términos de pago con proveedores.
- Mantener buenas relaciones con proveedores: Un plan de tesorería ayuda a mantener una buena relación con los proveedores al permitir que la empresa planifique y cumpla con los pagos a tiempo. Esto fortalece las relaciones comerciales y evita posibles interrupciones en el suministro de productos o servicios.
- Evaluar el rendimiento financiero: Al comparar los flujos de efectivo reales con los objetivos financieros establecidos, se puede evaluar el rendimiento financiero de la empresa. Esto proporciona información valiosa para la toma de decisiones estratégicas y el ajuste de las operaciones comerciales.
Diferencia entre Ingresos y Gastos, Cobros y Pagos
Es importante comprender las diferencias entre los términos contables y los términos relacionados con el flujo de efectivo:
Ingresos: Los ingresos representan las ventas o servicios por los que la empresa espera recibir un pago. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que el hecho de facturar no garantiza que se haya recibido el dinero correspondiente. El cobro, por otro lado, se refiere al momento en que la empresa recibe el dinero de esas ventas o servicios, es decir, cuando el ingreso se hace efectivo.
Gastos: Los gastos se refieren a los costos incurridos para llevar a cabo las actividades de la empresa. Estos pueden incluir materiales, suministros, salarios, entre otros. Por otro lado, los pagos se refieren a los desembolsos de dinero realizados por la empresa para cubrir esos gastos. Los pagos representan el flujo real de efectivo para pagar los gastos.
Comprender la diferencia entre ingresos y gastos, así como entre cobros y pagos, es fundamental para una gestión eficiente de tesorería y para planificar el flujo de caja de la empresa de manera adecuada.
Flujos de Tesorería: Operativo, Financiación e Inversión
Los flujos de tesorería se dividen en tres categorías principales:
- Flujo Operativo: Se refiere a los flujos de efectivo generados por la actividad principal del negocio, como las ventas y los costos de producción. Este flujo de efectivo es esencial para la gestión diaria de la empresa, ya que permite cubrir los gastos operativos y mantener las actividades comerciales en funcionamiento de manera efectiva.
- Flujo de Financiación: Hace referencia a los flujos de efectivo relacionados con la financiación de la empresa, como préstamos, subvenciones, ampliaciones de capital y pagos de dividendos. La gestión adecuada de este flujo de efectivo es vital para respaldar proyectos, expandir la actividad comercial y mantener una estructura financiera sólida.
- Flujo de Inversión: Se relaciona con los flujos de efectivo asociados a las inversiones de la empresa, como la compra o venta de activos fijos, inversiones en otras empresas o desarrollo de nuevos proyectos. Una gestión eficiente de este flujo de efectivo permite a la empresa crecer, diversificarse y mantenerse competitiva en el mercado.
Comprender y gestionar los flujos de tesorería operativos, de financiación e inversión es esencial para una adecuada gestión financiera y una planificación efectiva de la tesorería.
Plan de tesorería
Una vez que se han determinado los flujos de tesorería, es esencial realizar una previsión de tesorería para proyectar el flujo de efectivo futuro de la empresa. Para llevar a cabo esta tarea, se deben seguir los siguientes pasos:
- Establecer el período de tiempo: Determina el período de tiempo que se cubrirá con la previsión de tesorería. Por lo general, se realiza a corto plazo, abarcando semanas o meses, lo que permite una gestión de tesorería más efectiva.
- Proyectar los flujos de efectivo esperados: Utiliza los flujos de tesorería calculados anteriormente para proyectar los flujos de efectivo esperados durante el período establecido. Esta proyección puede realizarse mediante el uso de una hoja de cálculo o un software de gestión de tesorería.
- Establecer un presupuesto: Basándote en la información de la previsión de tesorería, establece un presupuesto para el período determinado. Esto implica fijar metas y límites de gastos, asegurándote de que los flujos de efectivo esperados sean suficientes para cubrir los gastos y mantener un saldo de caja adecuado.
- Realizar un seguimiento y actualizar la previsión: Es crucial realizar un seguimiento continuo de la previsión de tesorería y actualizarla regularmente a medida que surjan nuevas informaciones o circunstancias que puedan afectar al flujo de efectivo de la empresa.
Conclusión
La preparación de un plan de tesorería y la comprensión de los flujos de efectivo son fundamentales para una gestión financiera efectiva. Al anticipar las necesidades de efectivo, identificar momentos críticos de liquidez y tomar decisiones informadas, las empresas pueden mantener un flujo de caja saludable y evitar problemas de liquidez. Además, comprender la diferencia entre ingresos y gastos, así como entre cobros y pagos, permite un mejor control del flujo de efectivo. Asimismo, al gestionar adecuadamente los flujos de tesorería operativos, de financiación e inversión, se garantiza la estabilidad financiera y el crecimiento a largo plazo de la empresa.